Hissel Lamanier Regueiferos / hissel@pal.jovenclub.cu
En nuestro país se han realizado un sin números de investigaciones relacionadas con el Proceso de Desarrollo de Videojuegos (en lo adelante VJ), y el tema de la jugabilidad juega un papel importante a la hora de estos ser evaluados. En este artículo conoceremos en que consiste este término, como surgió, sus atributos, propiedades y algunas de sus facetas. Se puede decir que la jugabilidad se define como el conjunto de propiedades que describen la experiencia del jugador ante un sistema de juego determinado, cuyo principal objetivo es divertir y entretener de forma satisfactoria y creíble, ya sea solo o en compañía de otros jugadores.
Tras la profunda e intensa investigación que se realizó se puede expresar que la Jugabilidad representa el grado en el que los jugadores alcanzan metas específicas del VJ con efectividad, eficiencia, flexibilidad, seguridad, y especialmente satisfacción en un contexto jugable de uso.
Conociendo un poquito de su historia esta surgió junto con las teorías de diseño de juegos en los años 80, el término jugabilidad era usado solamente en el contexto de los VJ, aunque ahora por su popularidad ha comenzado a verse el uso en la descripción de otras formas de juegos más tradicionales (como los juegos de mesa).
A la hora de analizar la jugabilidad, no se tienen en cuenta factores como la calidad técnica de los gráficos y el sonido; únicamente se presta atención a las mecánicas del juego y la experiencia del jugador. La jugabilidad tiene que ver con el diseño del juego, y no con su implementación (ya sea mediante software o imprimiendo planchas de cartas).
Un juego con una buena jugabilidad sería aquel que durante su transcurso exhibe un conjunto de reglas y mecánicas que vayan parejas al tema (o ambientación) y sean divertidas. Las reglas del juego definen su funcionamiento, es decir: a qué se juega (cuáles son los objetivos) y cómo se juega (cómo lograrlos).
Una regla de juego es sencillamente una condición que provoca una acción. A través de las mismas se define la interactividad del juego, que no es más que es el conjunto de decisiones que puede tomar un jugador para afectar al estado del juego (los juegos pueden definirse como máquinas de estados). La interactividad ha de mantenerse sencilla si el diseñador desea una buena jugabilidad; para ello las posibilidades de elección que se le presenten al jugador no han de ser muy elevadas (pues cuantas más opciones haya disponibles, mayor será la complejidad de la decisión y mayor tiempo le llevará tomarla al jugador…).
Así, el diseñador ha de plantear las tomas de decisiones que ofrezca el juego de manera que estas se encuentren equilibradas: que sean complejas para retar al jugador, poco complejas de tal modo que la dificultad no sea muy alta y existan posibilidades reales de superar dichos retos, y al mismo tiempo hacer que esos retos sean satisfactorios (esto es, que exista una recompensa proporcional a lo difícil del reto).
Un gran cúmulo de pequeños detalles influye en la buena o mala jugabilidad de un juego. Cabe destacar que la misma no es afectada por la generación a la que pertenezca el juego ni por lo avanzado de las tecnologías empleadas, sino por la calidad y empeño que los diseñadores hayan puesto en la creación del juego.
Para analizar y caracterizar la experiencia del jugador, la jugabilidad posee una serie de atributos y propiedades que ayudan a su medida y análisis y que serán mencionados algunos de estos a continuación:
– Satisfacción: Agrado o complacencia del jugador ante el VJ completo o en algunos aspectos concretos de éste, como mecánicas, gráficos, sistema interactivo, historia, etc. La satisfacción es un atributo con un alto grado de subjetividad, no sólo por lo difícil de medir sino porque también influyen bastante los gustos y preferencias del jugador.
– Aprendizaje: Facilidad para comprender y dominar el sistema y la mecánica del VJ, es decir los conceptos definidos en el Gameplay/Game Mechanic del juego: objetivos, reglas y formas de interaccionar con el VJ.
– Efectividad: Tiempo y recursos necesarios para ofrecer diversión al jugador mientras éste logra los objetivos propuestos en el VJ y alcanza la meta final de éste. La efectividad del juego muestra el grado de utilización de los recursos para poder envolver al jugador en el juego y hacer que se divierta es decir, que el juego pueda cumplir con sus objetivos: divertir y entretener a todo jugador que lo juega.
El análisis de un VJ es un proceso lo suficientemente complejo como para necesitar descomponerlo en base a diferentes puntos de vista. Las Facetas de la Jugabilidad permiten identificar más fácilmente los distintos atributos de la jugabilidad y su relación con los distintos elementos de un VJ. Algunas facetas:
– Jugabilidad Intrínseca: Es la jugabilidad medida en la propia naturaleza del juego y cómo se proyecta al jugador.
– Jugabilidad Mecánica: Es la jugabilidad asociada a la calidad del VJ como sistema software.
– Jugabilidad Interactiva: Es la faceta asociada a todo lo relacionado con la interacción con el usuario, diseño del I.U., mecanismos de diálogo y sistemas de control.
Se puede entonces deducir que la jugabilidad de un juego viene dada como el valor de cada uno de los atributos en las distintas facetas presentadas, y que se debe ser lo más adecuado posible para que las experiencias/sensaciones del jugador a la hora de jugarlo sean las mayores posibles y las más adecuadas a la naturaleza del propio VJ.