Por Neilianys Salas Romero/neilianys.salas@cav.jovenclub.cu
Extraer el móvil del agua con rapidez y secar la batería del aparato en los primeros segundos es fundamental, el agua es el peor enemigo de los teléfonos celulares.
El agua actúa como un veneno, pero si nos aplicamos con rapidez no todo está perdido.
Para evitar un cortocircuito y prolongar la vida útil del móvil debemos seguir una serie de consejos:
1. Rescata el teléfono celular del agua rápidamente. Es fundamental apagarlo y que permanezca mojado el menor tiempo posible. Hay que ser especialmente veloces con la batería, la primera pieza que hay que extraer y secar por ser la más vulnerable al agua. Hay que seguir estos pasos aunque el teléfono celular pueda seguir funcionado con aparente normalidad.
2. Utiliza un trapo o toalla para secar cuidadosamente todas las piezas, tarjetas, etc. También es recomendable recurrir a un papel absorbente o al algodón.
3. No hay que usar fuentes de calor, como secadores de pelo, y hay que evitar enchufar el aparato a la corriente eléctrica.
4. Deja el teléfono celular en un cuenco de arroz. Lejos de ser un mito, su capacidad para absorber la humedad ayudará a un secado mucho más completo, evitando la degradación de los componentes y circuitos de terminal. Lo recomendable es dejarlo en un envase o recipiente en el que quede cubierto por completo, en un lugar seco, durante un día entero.
5. Si el accidente ha ocurrido en el agua salada del mar, el problema se complica. Antes de todo debemos desmontar el teléfono celular y lavarlo con agua dulce o destilada para tratar de eliminar la sal y proceder después al secado de la forma descrita.
Si se ha hecho todo correctamente y se ha conseguido evitar el cortocircuito en los primeros momentos, se dispondrá del teléfono celular listo para seguir utilizándolo con normalidad.